Amaneciendo ayer, sábado, falleció el periodista Adolfo Santana. Brillante reportero, magnífico periodista e insuperable amigo y compañero. No es casual que ayer las redes “lloraran” su muerte, no.
Adolfo tenía y tiene una legión de amigos y compañeros que lo han querido y le quieren. Hace un mes y poco hablamos un ratazo y entre todo lo que comentamos recuerdo una de sus frases: “María -así me llamó siempre- estar enfermo me ha servido para saber que la gente me quiere y eso está bien, coño”. Te hemos querido mucho, amigo.
Batalló con fuerza contra su enfermedad de la que habló sin tapujos en su blog en el que a su vez destacó el trabajo, “con la lengua fuera”, del personal sanitario en los hospitales cuyo funcionamienro vivió de cerca en los últimos dos años.
Trabajó en el ya desaprecido Diario Las Palmas y lo abandonó cuando recibió un oferta de Canarias7 donde acabó su vida profesional. Hizo radio y tv y ya enfermo se introdujo en Internet donde abrió blog y se mantuvo activo en las redes sociales hasta poco antes de su fallecimiento. Coherencia y lealtad.
Las muestras de cariño se han sucedido desde que se conoció su fallecimiento. En las últimas horas compañeros de todas las generaciones le han despedido con admiración y dolor.
D.E.P.
En las imágenes Adolfo Santana con su gente, en la calle, en la Gran Canaria rural que tanto conocía. y a la que le puso voz. Ahí tienen dos momentos de su larga y ejemplar vida profesional.
Desde Ingenio, sólo decir que Adolfo que fue un amigo, un compañero, un medio hermano con el que me entendía a la perfección. Aprendi mucho de él, y lo pasabamos bien. El anecdotario es ampliio y ahora mismo sobra. Sólo manifestar mis condolencias a toda su familia y toda la familia periódistica por tan triste pérdida. Adolfo decía, cuando se refería a Las Puntillas, que era como Mancondo, por la poca atención que tenía el barrio. Y desde esa fecha, tanto él como yo denominabamos así a ese pequeño rincón de Ingenio. Desde aquí, nada más. Que siempre estará en mi memoria y………….HASTA SIEMPRE «MANCANDE».