Elblogoferoz / Mónica Ledesma.- Del blanco más puro al negro más intenso. Del brillo de la plata al cautivador oro. De la elegancia a la opulencia. Todo tiene cabida cuando se habla de amor, pero más aún cuando se trata de vestir un sentimiento. La pasión enhebrada al lujo desfiló este fin de semana sobre la II Pasarela Profesional de Tenerife Moda, un gran escaparate en movimiento que se celebró bajo el paraguas de la décima edición de Feboda que, un año más, acogió el Recinto Ferial de la capital tinerfeña.
Ocho firmas especializadas en el sector nupcial, adscritas al colectivo del Cabildo, fueron las encargadas el viernes de bordar de belleza el interior de la gran caja negra que presidía la nave ferial, una gigantesca infraestructura que custodiaba tesoros en forma de vestidos joya, elegantes trajes sartoriales o coquetas transparencias. Juan Carlos Armas, Néstor Rodríguez, Amarca, Lucas Balboa, Sedomir Rodríguez de la Sierra, Javilar, Silbon y M&M ejercieron de auténticos cupidos del romanticismo más cautivador durante la maratoniana jornada dedicada a la moda.
Juan Carlos Armas y Juan Gil
El diseñador Juan Carlos Armas fue el encargado de inaugurar el carrusel de desfiles de esta Pasarela Profesional con ‘Cuore’, su colección más sofisticada y femenina, e integrada por nuevos diseños que presentó recientemente en la Pasarla Costura España de Madrid. Vestidos joya, de novia y ceremonia, realizados artesanalmente con esa esencia íntima y delicada a medio camino entre el pret-a-porter y el haute couture.
Chantillys, gasas, organzas de seda, voiles transparentes, tul, plumas, aplicaciones en micro cristales y preciosos bordados dan forma al corazón más seductor, en una paleta de colores que abarca desde el blanco más puro al marfil, nude, gris, turquesa o negro. Vestidos en versión corta o larga, con cinturas entalladas y corte imperio, en los que los volúmenes, plisados y fruncidos se tornan en objetos de deseo.
Creaciones mágicas que fueron complementadas, asimismo, con piezas únicas del artesano joyero Juan Gil, una firma perteneciente a Tenerife Moda que bordó con sus argollas en plata de ley, e inspiradas en los tradicionales aretes canarios, el diseño más innovador al porte más elegante. Fusión de ambos diseñadores pensada para las novias más románticas.
Néstor Rodríguez
El turno de los caballeros llegó con la propuesta nupcial de Néstor Rodríguez y su colección ‘Detiqueta’, hombres elegantes y modernos que se enfundan en prendas de corte sartorial, acabados impecables y patrones depurados. Clasicismo y vanguardia que se funde entre lanas inglesas, sedas, otomanes y brocados en una extensa variedad de estilos, colores y formas.
Impecables trajes para ceremonia en los que destacan los chalecos, casacas, esmoquin clásicos o combinados en negro y blanco o esbeltos fracs en gris no exentos de una marcada influencia inglesa que impregna cada prenda de un estilo único.
Un pase cautivador que, además, contó con dos modelos de excepción, los boxeadores tinerfeños Francis Jorge y Cheikh Dioum que sustituyeron el ring por la pasarela más clásica.
Diseños Amarca
Por su parte, los diseñadores Ithaisa García y Sergio López, al frente de la firma Amarca, fueron los responsables de embriagar la pasarela con la ‘Esencia’ más femenina que da forma a su nueva colección, creada para esa mujer elegante y segura de sí misma que seduce entre tejidos de exquisita suntuosidad.
Un equilibrio perfecto entre tules iluminados con pailletes y cristales, salpicados con pequeñas flores, que se funden sobre delicados encajes bordados para crear un espectacular juego de transparencias. Vestidos en corto o largo que juegan entre cortes asimétricos a crear volúmenes y formas caprichosas, como mangas en pliegues o cuellos ribeteados de coquetería bordada.
Diosas de la belleza que cubren su piel con texturas de ensueño, en las que el movimiento de las telas logra un efecto hipnotizador en tonalidades que van desde los empolvados a los rosas o el blanco roto. Trajes que se transforman en objetos de deseo y que juegan en formas a resaltar la silueta femenina.
Como complementos para el cabello, la firma apuesta por la delicadeza y sencillez de pequeños broches de cristal o por maxi tocados en tul como sustitutos del tradicional velo de novia.
Lucas Balboa
La calurosa tarde se tiñó de color con la alegre propuesta de la firma Lucas Balboa, encargada de abrir la sesión vespertina de esta pasarela a unas horas no muy apropiadas para un desfile. No obstante, el diseñador tinerfeño supo cautivar al público con una fusión de prendas integrada por sus dos colecciones en mercado, la de otoño-invierno 2014/2015 y la de primavera-verano 2015. Una apuesta que, alejada del tradicional novio, en cambió gustó por su originalidad y frescura.
Un homenaje a aquellos emigrantes canarios que marcharon a La Habana en los años 30, regresando años después a su tierra con deslumbrantes trajes de lino, chaquetas y panamás de texturas únicas, que envolvían sus andares entre los aromas de puros artesanos.
Comodidad y temporalidad, innovación y tradición que desfilaron al unísono en trajes donde los pantalones, en versión larga o bermuda, se combinan con chalecos y chaquetones en tonalidades rosas, rojas, azules o vainillas. Una riqueza cromática complementada por sombreros de ala ancha que visten a sus caballeros de ese toque seductor y clásico.
Sedomir Rodríguez de la Sierra
El diseñador Sedomir Rodríguez de la Sierra fue el siguiente en subir a pasarela su nueva colección. Una mujer en estado puro que se cubre de romanticismo de pies a cabeza. Sofisticadas divas nupciales que bordan de amor delicados damascos, gasas y crepes con tenues toques de color y estructuras limpias.
Los vestidos de cóctel centraron gran parte de la propuesta, complementada por algunos prototipos de noche y de novia en tonalidades pastel y pátina metalizada. Trajes que enamoran con sus impecables caídas, sus delicadas transparencias y sus diminutos apliques florales bordados a mano. Lujo coqueto que desfilaron algunas modelos con sus pies desnudos, tan sólo adornados por cintas de raso a la altura de los tobillos que hacían un guiño al estilo más bohemio y cautivador.
Glamour femenino que conquistó al corazón y que supone un avance de la nueva colección que prepara el diseñador, la cual poco a poco va centrándose en el pret-a-porter para dar el salto a una futura producción a gran escala.
Javilar
La moda más cándida llegó bajo el sello de la firma Javilar, fiel a sus creaciones de ceremonia y bautizo para los más pequeños. Una colección repleta de detalles que, bajo el nombre de ‘Crisálida’ se inspira en los cuentos infantiles para vestir de magia esos momentos especiales.
Líneas clásicas que dan forma a largos vestidos de volúmenes, mangas francesas y lazadas para las niñas o bermudas, pantalones largos y chalecos más entallados para los niños. Piezas prácticas que, además, pueden ser utilizadas en cualquier otra ocasión.
Tejidos cálidos, suaves y mimosos que, en base a mikados, tules, rasos, organzas o sedas, se centran en el blanco roto para salpicar de elegante color un universo de detalles artesanales en tonos verde agua, salmón, coral o marfil.
La gran sorpresa de la firma llegó en forma de vestido nupcial, un sencillo traje de líneas rectas que sirvió de antesala a la nueva colección que prepara la diseñadora, enfocada a la mujer.
Silbon
Hombres cosmopolitas que no renuncian a la elegancia, prendas cómodas y tejidos ligeros visten al hombre más casual de la firma Silbon. Su nueva colección, inspirada en los atardeceres italianos, destaca por una línea basada en trajes y chaqués de tejidos y colores sólidos, ojos de perdiz o espigas que combinan fácilmente con tonalidades más alegres o estampados tartán para no perder esa esencia del british style por la que apuesta la marca.
Diseños que entallan el cuerpo masculino en opciones más clásicas o con un twist más de tendencia, donde los chalecos se erigen como elementos distintivos. Combinaciones chic que encuentran en las camisas con cuello cutaway, zapatos o corbatas los complementos idóneos para vestir al hombre en su día más especial.
Marco y María
La recta final de este primer día de desfiles no pudo tener mejor broche de oro que el de la firma M&M. Los diseñadores Marco Marrero y María Díaz no defraudaron, y supieron enamorar con sus vestidos decadentes al numeroso público que se dio cita en este espectáculo de seducción. Un glamour vintage que distingue a unos trajes que rozan la perfección de la Alta Costura y, que a pesar de la larguísima obertura, en la que la pasarela se transformó en una improvisada escuela de ballet, los modistos demostraron una vez más la elegancia que los caracteriza.
Una pequeña bailarina –Teresa- abrió la caja de música de los sueños, dando paso a unas propuestas innovadoras con dos líneas totalmente contrastadas. Vestidos con volúmenes reducidos para esa novia más lánguida y trajes más generosos que recuerdan a aquellos de baile de los años 40.
Riqueza de detalles, superposición de tejidos y colores desteñidos que no pierden luminosidad se envuelven a la piel más femenina en base a tul de seda y organzas en colores como el nuage, perla, rosa, azul y gris, sobre los que se bordan a mano cristales, nácar y pailletes para dar brillo a diseños favorecedores.
Una colección que fue presentada en la pasarela Gaudí y que ahora ha desfilado en la tierra de sus creadores, aunque con nuevos elementos diferenciadores, como los tocados de largas plumas, que nos transportan a un universo de fantasía clásica inspirada en el Lago de los Cisnes.
Como colofón de este carrusel de seducción, M&M aprovechó la gran pasarela de Feboda para exhibir el vestido de novia realizado con tela de un viejo paracaídas de la II Guerra Mundial, el cual fue subastado recientemente en el marco de la World Fashion Week de París con fines benéficos y cuya puja recayó en una empresa canaria, que cedió al Cabildo el famoso traje para su deleite en Tenerife.
Seda natural que, sin perder su esencia, se ha transformado en una pieza que conserva pespuntes, tiras y cordones del original paracaídas de la Royal Air Force, pero al que los diseñadores han añadido cristales, encajes y bordados para convertirlo en objeto de deseo.
Un traje que, a partir de ahora, será expuesto temporalmente en el museo Tenerife Espacio de las Artes (TEA) tras robar el corazón de quienes lo contemplaron sobre una pasarela rendida al amor.
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