Veinte años en la cima pueden parecer agotadores, pero para el maquillador, fotógrafo y directivo François Nars nada puede ser más excitante que pasearse por la cúspide de su carrera rodeado de los grandes nombres que citó en Nueva York para este festejar este aniversario. Con este motivo, recupero una de las entrevistas que tuve con él en Nueva York, donde se desvela como uno de los ojos visionarios más activos que he conocido.
Soho, el barrio que acoge las fiestas más exclusivas, petardas y buscadas de la Fashion Week de Nueva York, se iluminaba el pasado martes de supermodelos, maquilladores, estilistas y periodistas de todo el mundo para acudir a la llamada de su amigo François Nars, creador de la marca de maquillaje Nars, actualmente propiedad del Grupo japonés Shiseido. El local, decorado para la ocasión por Fabien Baron, nombre difícilmente inclasificable por su amplio abanico de posibilidades creativas, autor del packaging de Nars, cabeza pensante de las campañas de Calvin Klein y hombre que relanzó la cabecera Vogue París con Carine Roitfeld, se llenaba de fotos firmadas por el maquillador. Todas ellas suponían un recorrido por una carrera de éxitos sobre la que, el propio François Nars bromeaba en medio la fiesta, aludiendo a que “tanto trabajo para que mi producto estrella sea un colorete de nombre tiene un producto de nombre Orgasmo”.
Tuve la suerte de realizar una sesión con él, en la que maquilló y fotografió a Maribel Verdú, quien hace poco me contaba que aún le envía flores por su cumpleaños y productos de regalo para su uso personal. Nars es un personaje fascinante, divertido y algo excéntrico (¿cómo no serlo para seguir veinte años en lo más alto?), con el que me encontré por segunda vez en Nueva York para hablar de una línea de color con el mundo de Warhol como inspiración. Así fue nuestra charla… Tal cual.
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