Elblogoferoz.-Ewaste Canarias, gestor autorizado para tratar gases de efecto invernadero, ha celebrado unas jornadas informativas para informar a los asistentes, la mayoría empresarios del sector del frío, de cómo pueden deducirse los impuestos aplicados a los gases refrigerantes (GR) y explicarles el proceso que deben llevar a cabo. La norma entró en vigor a comienzos de año y estipula que tienen derecho a la devolución quienes certifiquen el reciclaje de esos residuos, servicio que ofrece la primera y única planta de tratamiento y conversión de España situada en el Complejo Ambiental de Arico.
Los empresarios se han mostrado reticentes a la implantación de este nuevo gravamen aplicado en toda Europa para evitar el calentamiento global, que en Canarias afecta directamente a más de 1000 profesionales e indirectamente a bares, restaurantes, hoteles y demás establecimientos que usen equipos térmicos. La principal polémica de la norma es la que concierne a los gases declarados ilegales por su alta contaminación atmosférica (CFC y HCFC). La ley no recoge la devolución de la tasa impositiva para el reciclaje de estos gases, por considerarlos descatalogados.
El sector dedicado a instalar equipos térmicos asegura que actualmente muchos aparatos siguen utilizando CFC y HCFC, y su cambio no les garantiza recuperar el importe del impuesto. Sin embargo, verterlos a la atmósfera produce graves daños ambientales por su alto potencial de calentamiento, y lleva aparejadas sanciones civiles e incluso penales. Ante esto Constantino Méndez, técnico de impuestos especiales y medioambientales de la Agencia Tributaria, sostuvo que la opción que tienen los afectados es recurrir a los tribunales de justicia para que le reconozcan el derecho a devolución, aunque ha asegurado que es un proceso largo y costoso.
El acto tuvo tres ponencias orientadas a informar y facilitar a los asistentes las claves sobre el proceso que deben seguir para deducirse el impuesto. En primer lugar Joaquín Correa, Director de Operaciones de Ewaste Canarias, habló sobre la recepción de las botellas de almacenamiento de gas usado para su posterior reciclaje. También informó a los asistentes del certificado que deben presentar ante la Hacienda Pública, necesario para demostrar la descontaminación de este tipo de residuos tóxicos y peligrosos para el medioambiente y que entregará Ewaste Canarias una vez termine la gestión. En segundo Juan Ignacio Jiménez, Director Técnico de la planta, recalcó que el proceso puede durar un día o varios dependiendo de cómo se haya realizado la extracción del residuo y del depósito utilizado.
El servicio que ofrece Ewaste Canarias cuenta con una garantía de descontaminación del 100% al convertir en sales comunes estos compuestos químicos utilizados generalmente en aires acondicionados y frigoríficos. Joaquín Correa destacó que la nueva línea de tratamiento “es una tecnología muy innovadora” de referencia mundial. Su puesta en marcha supone una inversión de I+D+i que sitúa a Canarias en la vanguardia del reciclaje y da la oportunidad a todos los empresarios que comercialicen este producto de no tener que enviarlos a Francia donde se encuentra la planta de tratamiento más cercana.
Este impuesto tiene afán persuasivo por la alta toxicidad atmosférica de los gases utilizados en la mayoría de los equipos térmicos y beneficia a quienes reciclan. Méndez instó a los asistentes que utilicen gases con menos potencial de calentamiento global (PCA), porque tiene menos carga impositiva y contaminan menos. Estos gases tienen una larga permanencia en la atmósfera que puede durar 100 años lo que contribuye al efecto invernadero.
Su uso común y su mala gestión ha hecho necesario la adopción de nuevas limitaciones y restricciones mundiales y su inclusión en el Protocolo de Kyoto. Hasta ahora, era práctica habitual verter los gases a la atmósfera sin ningún tipo de control ni regulación, por ello este nuevo impuesto pretende persuadir a quienes manipulen estos compuestos químicos y obligarles a reciclar. Ewaste Canarias da la posibilidad de cumplir con la responsabilidad ambiental y evitar que su mala gestión constituya un grave riesgo medioambiental.
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