Los organizadores cifran “muy por encima de 100.000”
los asistentes en las dos capitales canarias.
Las protestas convocadas ayer en las Islas contra las prospecciones de Repsol en aguas del Atlántico cercanas a las costas de Lanzarote y Fuerteventura inundaron las calles de ciudadanos. Según cálculos de la Delegación del Gobierno en Canarias fueron en torno a 47.000, mientras que los convocantes situaron la cifra muy por encima de los 100.000 solo entre las dos capitales canarias. En todas ellas, la presencia política se mantuvo en segundo plano. En Las Palmas de Gran Canaria la manifestación de protesta recorrió el tramo que va desde el Parque de San Telmo hasta la Plaza de la Feria zona que se hizo insuficiente para dar cabida a los miles de ciudadanos que de forma ejemplarmente cívica, sin el menor altercado, se manifestaron. Llamó la atención que a la manifestación de ayer contra las prospecciones petrolíferas acudieran ciudadanos de todas las edades que en alguna ocasión no habían protestado jamás en la calle. “El futuro de mis nietos está en juego”, comentaba Clotilde Suárez mientras llevaba de la mano a los niños.
“Y el futuro del que llevo dentro”, comentó otra mujer señalando su embarazo. Representantes de todos los ámbitos sociales comenzaron a llenar la plaza de San Telmo desde la cinco de la tarde hasta que la protesta se puso en marcha en medio de un ambiente festivo. Como era de esperar, los móviles se pasaron la jornada inmortalizando el momento y miles de imágenes corrieron por las redes difundiendo el éxito de la convocatoria. Los organizadores cifraron en 80.000 el seguimiento de la protesta solo en Las Palmas y 90.000 en Tenerife. Esas imágenes son la evidencia de éxito que el “no” al petróleo obtuvo ayer.
El Gobierno canario no estaba tras las pancartas de cabecera, pero se anotó un motivo para sacar pecho en su enfrentamiento con Madrid por la reactivación de los permisos otorgados a Repsol. La decisión del ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, abrió un desencuentro que cumple ya más de dos años. Las masivas protestas de ayer tuvieron como detonante la declaración de impacto ambiental (DIA) positiva que el Ministerio de Medio Ambiente anunció en la víspera del Día de Canarias. No faltaron las referencias a la elección de dicha jornada para dar luz verde a las prospecciones. “Es un desprecio sin precedentes”, contenía el manifiesto leído al término de todas las manifestaciones. En él, los ecologistas tildaron de “pseudocientífico” el trabajo elaborado por Repsol para explicar las garantías medioambientales con que cuenta su proyecto.
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