Sin palabras. Hoy, apenas pasaban unos minutos de las 8 de la mañana de este 11 de octubre de 2013, la Cadena Ser ofrecía una de esas noticias en primicia que nadie quisiera dar en esta profesión, la muerte de una persona. La ex piloto de Fórmula 1, María de Villota, fallecía a los 33 años tras no poder superar lo que parecía haber quedado atrás, su brutal choque de hace un par de años. Cuando todo parecía que apuntaba a una muerte casi segura, esta deportista lograba ganar su carrera más importante, superar el coma y, como mal mayor, perder la visión en uno de los ojos.
Después de superar la crisis, María de Villota volvía a su plenitud, inmersa en sus proyectos de toda la vida, recién casada y con un libro por presentar donde contaba toda la historia de estos últimos meses, una superación que servirá de ejemplo a los demás. Sin embargo, la vida, que como ella misma decía, es un regalo, se le arrebataba en la pasada madrugada en un hotel de Sevilla por causas naturales. Pese a la rapidez de los servicios de emergencia, nada se pudo hacer por la vida de esta deportista.
María de Villota (Madrid, 1980) fue la primera española en entrar en la Fórmula 1, en su caso como piloto de pruebas de Marussia. Era hija de Emilio de Villota, piloto español que participó en pruebas de Fórmula Uno en los años ochenta. Licenciada en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, su afición al automovilismo nació de niña de la mano de su padre.
En 1996 disputó su primera competición de karting, en la que logró su primera victoria y que supuso el comienzo de su carrera automovilística. Desde entonces compitió en diversas categorías de monoplazas, como la Fórmula 3 española, las 24 Horas de Daytona, las Euroseries 3000 y la Superleague Fórmula. Fue la única mujer subcampeona de España (Fórmula Toyota, 2001), y la primera mujer en lograr la ‘pole position’ en el campeonato de Ferrari, en el circuito de Mugello, en 2005.
En agosto de 2011 María de Villota realizó sesiones de entrenamiento con la escudería Lotus Renault en el circuito francés de Paul Ricard, y sólo unos meses después, en marzo de 2012, fichó como probadora de la escudería de Fórmula Uno Marussia, para la que corría cuando sufrió el accidente.
Desde este blog, nuestras más sinceras condolencias a sus familiares y amigos.
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