El texto de este comunicado pudiera reducirse a un par de líneas; señor muera en su casa, como un perro; no se queje, no grite, no llore, no venga al hospital que molesta y no me cuente batallas de viejos y enfermos. Me las conozco todas. A llorar a otro sitio y no moleste que tengo el pasillo lleno de moribundos y ellos sí merecen un respeto…Y si no tiene dinero para pagar el porcentaje exigido para sus medicamentos imprescindibles, es su problema”. Ya lo saben; el BOE de 19 de septiembre de 2013 publicó una resolución de la Dirección General de Cartera Básica de Servicios del Sistema Nacional de Salud y Farmacia por la que establece el copago de los medicamentos dispensados a los pacientes no hospitalizados por los servicios de farmacia de los hospitales. Estos medicamentos hasta ahora eran de dispensación gratuita y estaban prescritos inexorablemente a enfermos crónicos que sufren hepatitis C, distintos tipos de cáncer, VIH, artritis, enfermedades coronarias, etc.
Aunque la resolución establece que se trata de una aportación reducida, con un tope máximo de 4,20 €, nadie ha tenido en cuenta que se trata de enfermos con patologías crónicas que ya consumen otros medicamentos sometidos a copago y que en muchos casos se trata de personas con ingresos muy reducidos (pensionistas, etc.), por lo que estamos ante una nueva barrera que dificulta, impide, el acceso a medicamentos vitales que daña a los sectores de la población con menores ingresos.
Para el lector que no esté al tanto de este barbaridad sanitaria explicaremos que se trata de unos medicamentos que no se comercializan en las farmacias; se dispensan solo en los hospitales para su máximo control y que dada la carestía de los mismos no tienen salida en las farmacias ni se podrían adquirir sin al menos tres avales médicos. Es decir, que son fármacos para enfermos que podían estar incluso ingresados teniendo en cuenta su delicado estado. Pues bien estos “detalles” a los políticos, los mismos que han robado cuanto han podido a la velocidad del rayo, les servirá como forma de aligerar los hospitales; que los enfermos mueran en casa porque me juego lo que sea que muchos serán los pacientes que no podrán pagar siquiera esa mínima parte de copago. El único beneficiario con esa genial idea serán los servicios funerarios. Los únicas. Así reflotan estos tipos la economía.
¿Era necesaria tanta crueldad? Reconozco que es una de esas noticias sanitarias que jamás pensar leer y miren que todos hemos leído y escuchado reformas que te levantan los pies del suelo. Pero ya ven, se superan por día estos insolidarios.
No olviden que el copago farmacéutico ya en vigor ha producido muy serias dificultades para acceder a los medicamentos por parte de los pensionistas a quienes también quieren recortar su pensión, en muchos casos mísera. Y como nuestra allá va el botón: diversas encuestas señalan que entre el 12,4 y el 16,8% de los pensionistas no retiran los medicamentos prescritos por problemas económicos. Que nadie dude pues de que con este copago se agravará más la salud de los enfermos crónicos y aumentará la morbilidad y mortalidad en los grupos de población con bajos ingresos. Se trata de una agresión brutal del Ministerio de Sanidad a los más pobres y más enfermos. La Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública ha sido la primera en saltar a la yugular del Ministerio de Sanidad para advertirle a la sociedad sobre la clamorosa injusticia; pero a estos caraduras no hay nada que se le ponga por delante cuando hablan de recortar, ahorrar y llevarse una parte a los bolsillos tal como vemos. Como tantos otros cada día nos sonrojamos más quienes tantos nos enorgullecíamos de nuestra sanidad.
Y lo hacen con los más desvalidos, con los más vulnerables, con los que no tienen quienes peleen por ellos; a los enfermos, jóvenes o viejos. Ayer hablaba con el padre de una amiga que sufre una Hepatitis C y el pobre no entendía nada; por eso sus hijos han optado por evitarle el disgusto y ocultarle que el gobierno, el autonómico y el nacional, quiere acabar con su vida y han decidido acudir ellos al hospital y comprar la medicación prescrita. Que su papi sepa que ni aún enfermo el gobierno le respeta. Desearía que esta noticia propiciara una manifestación de protesta frente a las sedes de los gobiernos autonómicos con nuestros enfermos a la cabeza. Ya va siendo hora de que la sociedad canaria -la que más me afecta- se revuelta ante tanto atropello. Inadmisible.
Añade un comentario