Elblogoferoz / Antonio Herrero.- Al grito de ‘vamos busca o splash splash’, Aron empieza a buscar algún rastro que le pueda llevar hasta el objetivo, en este caso droga oculta en el interior de un coche. En menos de un minuto ya ha localizado el paquete, el cual empieza a morder y arañar. Su buen trabajo tiene de inmediato una recompensa: un rodillo de trapo para jugar.
Aron, al igual que Sol, Nira o Kira, son los cuatro integrantes caninos del Servicio Cinológico de la Guardia Civil en la provincia de Santa Cruz de Tenerife. Una especialidad que se creó en 1982 en la provincia siguiendo los pasos de la Escuela de Adiestramiento de Perros de la Benemérita, que funcionaba desde 1951, y que tenía su sede en el madrileño Pardo.
Un total de once perros conforman la ‘patrulla’ de la Guardia Civil en Santa Cruz de Tenerife, un can por cada integrante de la unidad bajo el mando de un cabo primero. Sus principales instalaciones se encuentran en el cuartel de San Benito de La Laguna, donde se sitúan las perreras, que cuentan con amplios jardines para esparcimiento de los perros. Además, el aeropuerto Reina Sofía tiene un destacamento integrado por cuatro perros, dos destinados a la búsqueda de sustancias estupefacientes y otros dos encargados de la localización de explosivos en paquetes sospechosos.
Asimismo, desde la Comandancia de Santa Cruz de Tenerife se presta servicio a las islas menores. En la isla de La Palma hay permanentemente un agente y un perro encargado de la localización de drogas, mientras que otros agentes se desplazan a la islas de la Gomera y de El Hierro cuando son solicitados.
Periodo de adiestramiento
El proceso de adiestramiento de estos perros, tal como explica el agente Montilla, componente de mayor edad de esta unidad, se basa en seleccionar al animal, porque en principio todos valen. “El periodo de adiestramiento dura entre 3 y 4 meses, que se inicia cuando los canes cuentan con aproximadamente un año. Se juega con él, se trata de socializarlo y de que se adapte al medio”.
El adiestramiento consiste en que el perro relacione un olor con un premio, es decir, se le instruye para que mediante su olfato busque droga, explosivos e incluso personas atrapadas y como recompensa tendrá su juguete, que no es otra cosa que una especie de rodillo de tela. Este sistema se basa en la teoría de los reflejos condicionados de Pavlov, en el cual se trata de alcanzar una respuesta natural ante un estímulo que no debiese provocarlo.
Un total de once perros conforman el Servicio Cinológico de la Guardia Civil en la provincia tinerfeña, cuya sede de adiestramiento está en La Laguna
Una vez concluida la instrucción del perro, su guía se desplazará a la Escuela de Adiestramiento del Pardo, en donde pasará cerca de 20 días de adaptación con el animal. Pasado este período se trasladará junto con su nuevo compañero a la unidad definitiva.
El agente Montilla indica que a “diferencia de lo que mucha gente cree, no drogamos a los perros, eso es estúpido porque los mataríamos. El perro a través de su olfato buscará aquello para lo que ha sido instruido”. Sin embargo, la instrucción no termina aquí puesto que constantemente se realizan ejercicios para que ni los guías ni los canes pierdan la aptitud psicofísica.
Distintas especialidades
Desde su creación, el Servicio Cinológico ha ido aumentando en el número de especialidades. Los servicios que prestan son de lo más variado. Dentro de la especialidad de Seguridad y Rescate ( SYR) se encuentran la búsqueda de personas atrapadas por avalanchas de nieve, por fenómenos naturales como inundaciones terremotos o perdidas en grandes áreas, además como la detección de explosivos.
Además, cuentan con perros detectores de alimentos de riesgo, que se encuentra en fase experimental, aunque con muy buenos resultados. También se están instruyendo a los canes para la detección pasiva de drogas. Esto ocurre porque los perros dedicados a la localización de sustancias estupefacientes, en cuanto encuentran el olor de la droga, muerden, arañan y rompen todo lo necesario hasta dar con ella. Esto no es un problema si la droga va oculta en un doble fondo, o en una maleta, pero si que lo es, cuando es una persona la que porta encima sustancias estupefacientes. En este caso, el perro al detectar la droga solamente se sentará y su guía ya sabrá quien es la persona o personas que puedan llevar esa sustancia.
Por otra parte, y a consecuencia de que la crisis ha provocado que aumente el número de personas que tratar de evadir impuestos y sacar del país más de 10.000 euros sin declarar, también la Guardia Civil cuenta con cuatro perros encargados de rastrear el olor que deja la tinta de los billetes. Un curioso servicio que, en cambio, no está activo en Canarias, al no ser un punto especialmente conflictivo en este sentido.
Actuaciones
En la Comandancia de Santa Cruz de Tenerife, por sus especiales características no se encuentran todas las especialidades. Sólo se dispone de los servicios de detección de drogas y explosivos y la búsqueda de personas en grandes áreas.
En relación a la localización de explosivos, los perros dedicados a esta tarea son menos impulsivos que aquellos a los que se les ha encomendado la búsqueda de drogas. En este caso y por seguridad, el animal al detectar el explosivo se sienta, señal inequívoca de que hay o al menos hubo explosivo cerca.
Los servicios más corrientes como señala el agente Pedro Heredia “son los de drogas. Normalmente los viernes nos desplazamos al aeropuerto Tenerife Norte para cubrir el vuelo procedente de Venezuela, pues está considerado ‘un vuelo caliente’- término utilizado para referirse a una ruta con altas probabilidades de traer droga-. Los servicios de localización de explosivos sólo los realizamos cuando los compañeros nos piden apoyo. En el caso de la búsqueda de personas, siempre por seguridad las realizamos en parejas porque no es la primera vez que un perro siguiendo un rastro cae por un terraplén y se lesiona”.
Los perros dedicados a cumplir este servicio con la Benemérita suelen estar en activo una media de nueve años, aunque como apunta Montilla “ hemos tenido casos de animales excepcionales que han estado con nosotros más de once años. No obstante, una vez que el perro ha perdido las aptitudes no se le abandona, muchos de ellos después suelen pasar a manos de sus guías o de alguno de sus familiares. En el caso de no encontrarle un posible dueño, son enviados de nuevo a la Escuela de Adiestramiento en donde permanecerán hasta su fallecimiento”, concluye.
Gran equipo humano y profesional
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