El deporte femenino en España sigue estando muy por debajo del masculino en materia de cobertura mediática y si es un deporte como el golf (muchas licencias, pero poco interés por parte de los medios convencionales), peor aún. Tenemos a una campeonísima como Carlota Ciganda, que ha estado a un solo golpe de traerse para su Navarra natal su primera victoria en el open de los Estados Unidos, y la atención que ha tenido en los espacios de deporte ha sido más bien escasa, Se cuenta como quien tiene que rellenar un formulario, un puro trámite.
Resulta bastante chocante que, en tiempos en los que los golfistas españoles no están dando sus mejores resultados, con un Sergio García que se quedó en la eterna promesa, o los hermanos Quirós, los éxitos de las féminas en este deporte no tengan la relevancia que se merecen. Ciganda ha seguido los pasos de otras campeonas que han dejado su marca en esta especialidad, pero a las que se les ha dejado de lado porque ni el golf genera aperturas de deportes (salvo cuando es la Ryder Cup) y mucho menos los encargados de la selección de acontecimientos deportivos van a ponerse a hurgar en quiénes son estas ganadoras que ponen en evidencia el mal momento de sus compañeros.
Tú le cuentas a alguien que has presenciado grandes hazaña de Marta Figueras-Dotti, Beatriz Recari y Azahara Muñoz, que se han impuesto, sin ir más lejos, en este open estadounidense, y la mayoría se quedará boquiabierto, seguramente porque se le sigue dando más valor (de manera incomprensible) al octavo puesto de un García, un Jiménez o un Quirós.
Carlota Ciganda, para que vean ustedes que perla tenemos en este país, ganó en 2012 la Orden de Mérito, un galardón que ni siquiera los más grandes como Olazábal o Sergio García consiguieron anotarse a pesar de estar muchos años en lo más alto de la élite. Como siempre, al final será fuera donde más se aprecie a esta golfista navarra, una deportista que acabó el año pasado como número uno del circuito europeo y que a sus apenas 22 primaveras ansía más y más títulos.
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