Sin categorizar

Iron Man 3: que la risa te acompañe. Por Eduardo García Rojas

Quiero compartirlo en redes

Veo Iron Man 3 (Shane Black, 2013) rodeado de público. La mayoría vistiendo camisetas con la estampa de El hombre de Hierro y pertrechados con vasos de refrescos y los inevitables cubos de cotufas.

Un público entendido y entregado.

Así que soy uno más mientras espero pacientemente en la cola entrar en la sala.

Hago tiempo a medida que me acerco a quien corta la entrada viajando al pasado. Me pierdo así en los recuerdos de los días perdidos en los que leía las historietas de la Marvel que publicaba en España Ediciones Vértice sin respetar el formato original –los colorines se vendían como libritos y en blanco y negro– a un precio que en esos años resultaba prohibitivo a mi bolsillo aunque Ángel, el barbero que me cortaba por aquel entonces la espesa cabellera que tenía sobre la cabeza, tenía a bien regalarnos a mi hermano y a mi tras dejarnos prácticamente al cero.

Así que gracias a ese ángel que fue Ángel descubrí las aventuras de La patrulla X (X-Men); Dan Defensor (Dare Devil); La Masa (The Hulk); Los cuatro fantásticos, Doctor Extraño (me encantaban las aventuras del Doctor Extraño, no me pregunten por qué); Los Vengadores; Sargento Furia, Spiderman, Thor, Capitán América, Estela Plateada (Silver Surfer)  y otros de cuyo nombre no quiero acordarme.

Dejé de leer aquellos colorines cuando el bueno de Ángel cerró su barbería para dedicarse a otros menesteres, aunque fue el responsable que en plena adolescencia me enganchase a la serie Spiderman, la que ilustraba Steve Ditko y más tarde John Romita Sr., porque como muchos chavales de mi generación terminé por  identificarme con los sufrimientos tontunos de Peter Parker.

Años más tarde, vendí toda aquella colección a cambio de una cantidad de risa y un póster de un Soldado Simio que perdí dos semanas después porque, reflexiono ahora con babosa moral cristiana, fue mi castigo por desprenderme de todos aquellos cuadernos que habían sido cómplices de mi soledad en esa edad donde parece que todo conspira para hacerte más infeliz.

El caso es que recuerdo más o menos todo esto: leyendo los tebeos antes de que Ángel termine de trasquilar a mi hermano; llevándome los tebeos a casa cuando Ángel ha dejado mi cabeza como una bola de billar; las aventuras del hombre araña y la venta truculenta –algo así como la primera estafa existencial de la que fui víctima– de todas sus aventuras cuando voy a ver cualquiera de las películas que, últimamente, estrenan sobre los súper héroes de la Marvel.

Así que ahora estoy en la sala de un cine abarrotado de espectadores que miran la pantalla con la boca abierta, escuchando sus cuchicheos: “en esta sale el Mandarín”, los ahogados ruiditos de los móviles que no se apagan pese a que la luz de la sala se atenúe y un bebé que berrea diez filas atrás porque soy de los espectadores que se sienta cerca de una pantalla que cuando se enciende logra que toda esa catarata de recuerdos desaparezca al escuchar la voz doblada de Tony Stark, que interpreta ese golfo recuperado a la causa que es Robert Downey Jr., diciendo algo así como que los problemas que dejamos sin resolver en nuestro pasado aparecerán como fantasmas en nuestro presente…

Comienza la película, y los aficionados que tengo al lado sueltan risitas con los chistes que recita Downey Jr. transmutado en Tony Stark.

El Mandarín es como una especie de Osama bin Laden y hay peleas, y una morena, la actriz Rebecca Hall, que me quita el hipo y un guión no tan convencional como el de otras cintas de súper héroes con problemas.

De hecho, me divierte bastante el individualismo que caracteriza al héroe, quien lo transmite con ironía más que cinismo para que llegue a todos los públicos.

Me sorprende por otro lado la lectura que ofrece la película de un terrorista, digamos bin Laden/Mandarín, como encarnación mayúscula de un Mal que respirábamos hasta el día de ayer –antes de que lo liquidaran en su fortaleza de papel en Pakistán, vean la película Zero Night Thirty para que se hagan una idea– y reciba con una sonrisa cada vez más agradecida el desconcertante mensaje subterráneo que guarda este filme entre tanto fuego de artificio.

Mandarín /Laden es una creación.

Y como creación del Mal total, ahora que los comunistas y narcotraficantes han pasado de moda, plantea que es una invención para continuar haciendo negocio con ese filón que es el Miedo.

Leo en alguna parte que se trata de la última de las tres películas dedicadas al hombre de la armadura de hierro, bonita metáfora de todas formas para ir por la vida.

Le quitan su casa e incluso sus jueguecitos bélicos, aunque él asegura que continuará siendo el Iron Man que todos los que no tenemos dinero deberíamos llevar dentro…

Y así termina la película, insertando unos títulos de crédito televisivos que recuperan mi espíritu camp y más tontamente adolescente.

El público se levanta de las butacas antes de que finalice la lista de actores y técnicos que han participado en este más que probable taquillazo y no saben que se pierden el chiste final, el que redondea una película que a su manera es tremendamente subversiva: Tony Stark acostado en un diván es psicoanalizado por Bruce Banner

La Masa, The Hulk, cuando se cabrea.

Así que cuando salgo de esa multisala con olor a cotufas no dejo de sacudir la cabeza. De hecho, logra lo que no ha conseguido nadie en mucho tiempo, que suelte una carcajada.

Saludos, que la risa te acompañe, desde este lado del ordenador.

Publicidad

Consejería Bienestar Social

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

La Gente del Medio

Página Web Corporativa

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Programa de radio

Objetivo La Luna (Programa Radio)

Publicidad

EBFNoticias en:

EBFNoticias en:

EBFNoticias en:

Compras

El Mundo que conocimos (Radio)

Donaccion (Programa de Televisión)

Sentir Canario Radio

Webserie Laguneros (Youtube)

Webserie Laguneros Emprendedores

Prensa Digital

Publicidad

Homenaje al Grupo XDC

Publicidad