FIRMAS Salvador García

Escepticismo natural. Por Salvador García Llanos

Quiero compartirlo en redes
Cuentan que los rostros de la vicepresidenta del Gobierno y de los ministros de Economía y Hacienda en la rueda de prensa posterior al último consejo eran todo un  poema o hablaban por sí solos. Es natural. Como también lo es que cada vez haya más votantes o simpatizantes del Partido Popular desencantados o decepcionados; cuando no, a punto de desertar.
Porque se hace difícil, en efecto, comunicar más medidas de sacrificio o intentar persuadir de que éstas son las políticas adecuadas para una recuperación cuyo horizonte temporal se ha convertido en un auténtico auto de fe. Harto dificultoso explicar el alcance de determinaciones cuando el peso de la losa de los desempleados es ya insoportable. Es lógico que haya caras serias y compungidas, de duelo, incapaces de transmitir otra cosa que no sea la resignación, como así parece desprenderse de algún titular periodístico derivado del “fuego amigo”.
Y más complicado, naturalmente, es asumir esas medidas. Está la ciudadanía tan descreída que su espíritu no da para más que la crítica amarga y desconsolada. Lógico: depositó su confianza en quien anunciaba planes, proyectos y programas para acabar con aquella hecatombe de los socialistas, un chiste fácil, por cierto, si se la compara con la situación presente. Confirió tal en números mayoritarios para que no hubiera duda ni hubiera que recurrir a pactos ni quedar en situación de dependencia. Y sin embargo, casi año y medio después, no sólo han empeorado los datos de los problemas más acuciantes sino que los incumplimientos sistemáticos y los largos tentáculos de la corrupción política han hecho fruncir el ceño a quienes creyeron ver en el partido conservador, además de la alternativa en el poder político, la solución a los males de quienes no pudieron o no supieron lidiar la crisis.
El Partido Popular, tampoco, desde luego. De ahí, tanto descontento y tanta desazón en las propias filas y en la masa de apoyo fraguada en las últimas convocatorias electorales, impulsada, sin duda, por el afán de castigo. Pero ya no hay palabras para tanto desempleado. Y los ilustrativos rostros de los responsables ministeriales son los de tanta gente que tampoco quiere saber nada de quienes, con encomiable lealtad ideológica y sacando de donde no hay, aún intentan desde foros, tertulias y otros soportes mediáticos, persuadir de que es el único camino posible, de que todo se andará, de que hay que frenar el retorno de los demonios socialistas… Todo lo más, efectos balsámicos. Y aun así, cabe dudarlo.
O sea, que persisten las oscuras perspectivas, pese a las magnitudes macroeconómicas. El austericidio condujo al desmantelamiento del Estado de bienestar. Menos empleo, menos opciones, menos consumo, más pobreza, más rigores, más exclusión social… En definitiva, situación de color hormiga que, entre cifras millonarias y porcentajes crecientes, entre estancamientos y pensamientos como el la Delegada del Gobierno en Catalunya -¡se congratula de que haya ricos y pijos!-, extiende su manto de escepticismo y pesimismo hasta niveles insospechados.

Añade un comentario

Clic aquí para publicar un comentario

Publicidad

Consejería Bienestar Social

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

La Gente del Medio

Página Web Corporativa

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Programa de radio

Objetivo La Luna (Programa Radio)

Publicidad

EBFNoticias en:

EBFNoticias en:

EBFNoticias en:

Compras

El Mundo que conocimos (Radio)

Donaccion (Programa de Televisión)

Sentir Canario Radio

Webserie Laguneros (Youtube)

Webserie Laguneros Emprendedores

Prensa Digital

Publicidad

Homenaje al Grupo XDC

Publicidad