Elblogoferoz.-Según nos cuentan la cosa es más o menos así: en el taller de toallas, y de lo que sea (camisetas, polos, gorras, bolsos, etc.), le entregan al diseñador un plano de la zona que tiene que personalizar -sea Israel, Cuzco, el Estado de Texas o las Islas Canarias- y adapta el plano a su libre albedrío. Y pasa lo que pasa.
La casualidad quiso que un redactor de este digital se sentara en una mesa de un local de ocio en Los Cristianos, y frente a él se expusieran las toallas que hoy les publicamos. Al reparar que habían renombrado al municipio de Guía de Isora como «Guía de Isidora», y ver detalladamente una de las toallas, descubrió la «Playa de las Ceras» (por Las Eras) o «Puerto Naus» por Puerto Naos, en La Palma. O que el núcleo de Baracán (Buenavista del Norte) aparezca como otro municipio más.
Y si en los topónimos se daban estos desmanes, en lo que a la ubicación de los municipios en su zona correcta, no se quedaba atrás. La Laguna en los Roques de Anaga, Buenavista en Bajamar y Puerto de la Cruz en la Punta del Hidalgo. Una estafa en toda regla.
Esperamos que nadie en su sano juicio use la toalla como plano para descubrir Tenerife isla adentro. Pero, ¿y si así fuera?
Y esto, ¿se puede evitar? ¿Hay inspectores de consumo -o de turismo- para controlar esta tomadura de pelo?
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