Son aviones inconfundibles, tanto por su forma de anfibios como por los colores con los que están pintados. Pertenecen al 43 Grupo de las Fuerzas Aéreas y es un aparato de fabricación canadiense (Canadair, actual Bombardier), de gran fiabilidad y potencia, que remonta a 1963 las líneas maestras de su diseño, inspirado en el exitoso PBY-5 “Catalina”. Está en producción desde mayo de 1969 y ha evolucionado con el tiempo.
Uno de los “botijos” desplazados a La Palma, en corta final
En su cometido contraincendios, el avión tiene una capacidad de 5.346 litros de agua repartidos en dos depósitos ubicados simétricamente en el interior de la bodega. Dispone también de dos depósitos de 300 de litros cada uno para retardante ignífugo. El agua puede recogerse durante el amerizaje mediante dos sondas retráctiles montadas bajo el casco, operación que debe hacerse en movimiento, mientras el avión navega sobre la superficie del agua a unos 60 nudos. Ello permite el completo llenado de los depósitos en tan sólo 12 segundos, para lo que se necesita una distancia de entre 600 y 1.050 metros, dependiendo de las condiciones del viento, el peso de la aeronave o la altitud de la zona de amerizaje.
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