El precio de los billetes ida y vuelta es de 80 euros y de 40 euros por un solo trayecto, aplicado el descuento de residente canario. Los pasajeros interesados pueden comprar a través de la web www.canaryfly.es, en las agencias de viajes y en las oficinas de los aeropuertos.
La línea comenzará con un avión Fairchild SA-227BC Metro III (EC-IRS), de 19 plazas y en el caso de que la demanda aumentase, se dispondría de un avión ATR-72 de 46 plazas (EC-LMX). Para hacer posible esta línea, el Cabildo Insular de La Gomera aportará 12.000 euros en publicidad y otros 6.000 euros en promoción.
Más allá del mensaje político de la conectividad aérea y la licitación del servicio público de modo que sean incluidas aquellas líneas que son deficitarias, como es el caso de La Gomera, que es absolutamente legítimo y contra lo que nada tenemos que objetar, mucho nos tememos que con las tarifas que se ofrecen, el tipo de avión y los previsibles coeficientes de ocupación que se puedan generar, así como la cuantía de la “subvención”, no pasará mucho tiempo para que la línea llegue a su fin. Nos gustaría equivocarnos y en ese caso no tendremos inconveniente alguno en reconocerlo.
Ese es el modelo de desarrollo en Canarias, vivir del cuento, de las subvenciones y el amigueo. Las empresas canarias se pelean por las rutas deficitarias que se gana el que mantiene gracias a la subvención del contacto de turno.
Mientras, las rutas rentables y competitivas se las dejamos a las empresas foráneas. ¿Para qué vamos a competir si podemos vivir de las rentas?
Así nos va y así nos pinta el futuro.