Vamos por partes. Los ingresos totales del grupo han sido de 3.919 millones de euros (+ 7,8 %) y los ingresos unitarios de pasaje han subido un 8,6 %. La oferta de asientos se ha incrementado un 0,6 %. Sin embargo, las pérdidas operativas de IAG ascienden a 249 millones de euros, algo más del doble de lo que perdió el año pasado en el mismo periodo de tiempo y las pérdidas antes de impuestos son de 263 millones de euros, frente a los 47 millones de 2011.
Los gastos totales sumaron 4.168 millones de euros, de los cuales 1.049 millones corresponden al combustible, más otros 15 millones de euros por la tasa de derechos de emisión de CO2. Otros costes, en diversos conceptos, aumentaron hasta 2.759 millones de euros, de los cuales 32 millones corresponden al efecto desfavorable de la conversión de moneda.
British Airways e Iberia arrojan pérdidas, aunque la parte española es la más acusada. Las pérdidas de operaciones de Iberia ascienden a 170 millones de euros (100 millones en 2011), mientras que en British Airways son de 77 millones de euros antes de partidas excepcionales. El efectivo del grupo IAG se redujo en 161 millones de euros, hasta 3.574 millones de euros y también disminuyó su partida neta en 19 millones de euros, hasta 1.129 millones de euros.
La debilidad del mercado nacional español y los conflictos sindicales del Sepla han lastrado los resultados de Iberia y en el caso de British, el impacto del coste del combustible en las líneas de largo radio ha dejado sentir sus efectos. Influye también el impuesto que el gobierno británico aplica a los pasajeros en sus vuelos (APD), que es el más alto del mundo.
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