Desde ‘la fuerza de voluntad’, desde las tremendas ganas de escribir y de compartir, es una de las cosas que me animan hoy a escribir.
‘Fuerza de voluntad’ que puede estar extraída de las ganas, del interior más luchador de cada uno, el mío propio; por vivir y seguir adelante, por existir.
Desde la necesidad de recuperar un estado de “normalidad”, y “armonía interna”, que de otro modo, no restablecería el estado anímico y personal.
Constantemente hablando de ganas, ‘fuerza de voluntad’. Todo para decir qué quiero, un deseo por una cosa, una situación, un estado, –mil cosas-. Grandes y valiosos deseos, que los demás e inclusive yo misma, se puede creer tener. Algo por lo que enfundar toda lucha y ganas. Creyendo fuertemente, en lo posible de alcanzar el deseo. Siempre, desde la fuerza de voluntad.
Indudablemente. ¿Quién no tiene una meta, deseoso fervientemente en alcanzar? Ninguna banal, para cada uno la suya, como para mí, la mía; “la más importante”. Por la que sin duda deber luchar. Concienzudamente –poner toda la carne en el asador-, dar lo mejor, para que el deseo cuanto antes se convierta en realidad.
Luchar y planificar. Como toda lucha, deseo u actuación requiere de una planificación. Me planifico. Saber qué quiero, para posteriormente buscar entre las posibilidades, el método y la forma con el que lograrlo. Lo que supone, hacer uso de las herramientas y maneras adecuadas, para así, lograr el objetivo final: El deseo. Desde la fuerza de voluntad que previamente habré puesto.
Fuerza de voluntad, que siempre reluce más fuertemente en tiempos grises. Así mismo lo compruebo. Momentos grises, en los que hay que sacar a relucir del interior, esa fortaleza, la esperanza, la inteligencia, la entrega, la pasión y las ganas de seguir… ¡Seguir, seguir!
Dejando claro, que la vida, las cosas y quienes rodean y rodeo, valen la pena. Todo, en su dimensión, tiene sentido y valor. Incluso lo malo. -Algo manido-, por el contrario real. Puesto hasta las cosas, situaciones menos agradables, son enriquecedoras para el desarrollo de la vida, el crecimiento personal.
De situaciones adversas, siempre se puede obtener algo más… Subir un escalón… Dar un paso más. Caer siempre, simplemente para luego nuevamente levantarse. Sin caer definitivamente, pues todas las cosas, por difíciles y complicadas que puedan parecer son pasajeras. –Una tormenta, que siempre calma-. Luego, hora de valorar, recapitular consecuencias y actuar. Siendo, cuando la fuerza de voluntad, desde una parte de sacrificio, tumba todo lo negativo.
El impedimento u engaño propio, en creer no ser capaz de lograr un objetivo, un deseo, es un error. Progresos que son pequeños empujones, indicadores de lo alcanzable del objetivo. Sin prejuicios, miedos, desde los que lograr concluyentemente el objetivo.
Querer vivir, no es únicamente ‘fuerza de voluntad’. Es sencillamente, querer vivir, ganas de vivir. Con todo lo que ello lo acompaña; sentimientos, experiencias, disfrute, etcétera.
La clave del éxito, radica en gran parte en la imaginación, ganas, y una fuerte armonía interior, reforzada con el deseo… Sin duda, reforzada con gran fuerza de voluntad.
Dejando de buscar fuera de nosotros a culpables, responsables. Cada decisión, sin presiones, corre por nuestra cuenta. De no ser así, sería una ‘estafa’ personal.
Con la naturalidad de las cosas. Con toda nuestra energía y alma. Con el misterio que esconde nuestro profundo interior. Atrevernos a desde los sueños, soñar.
Poniendo fuerza, en nuestras ganas, si se quiere definir así, una igual regeneración.
Despejar nuestros pensamientos y sentimientos. Establecer nuestra ilusión por volver y recuperar, lo que se añora ó desea.
Volver a recordar la belleza de la vida, de las cosas. Una recuperación personal, así como de lo deseado. Una debilidad, que sin milagros, forma inseparablemente parte de la capacidad individual.
Un fugaz y pasajero estado de desgana, con el que, con ganas de vivir, sentir, experimentar y seguir, más que con ‘fuerza de voluntad’, regresará.
Regenerar al estado, y situación deseada. ‘Tumbando’ todo deseo y estado de vida inmóvil. Inteligente y acertadamente ¡Ganas de vivir!
Un corazón y alma permaneciendo activos, latiendo y lanzados con enormes ganas. Como dardos lanzados a cualquier diana, buscando un objetivo, un deseo.
La esperanza por algo. Alguna situación u estado; siempre anhelado ¡¡Ganas de seguir!!… ¡¡Ganas de vivir!!
La fuerza de voluntad; la mía, como la de los demás. Es un medio por el que vale la pena ilusionar y luchar. Indudablemente poniendo todo lo que esté al alcance para que eso sea en la medida de lo posible real. ‘Tumbando’ todo lo que sea necesario, desde la parte física y psíquica; siempre con una sonrisa, por más duro de la situación, de las circunstancias; todo para el logro del objetivo.
El deseo de una cosa, una situación, y un estado, que harían unas de las ilusiones y fuerzas de mi vida; un poco más independiente, “tumbando barreras”, así, como otros anhelos serían un complemento de la actualidad. Una situación más normalizada… Agarrándome con fuerza, alegría y ganas, a la vida.
Una fuerza de voluntad, que durante estos años de enclaustramiento involuntario, han ayudado a sobrellevar e inclusive, poco a poco regenerar, una situación complicada. Anhelando con ganas, con firmes fuerzas, e ilusiones, seguir, seguir… Con fuerzas… ¡¡Seguir viviendo!!
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Gracias en esta nueva ocasión, que aunque parece repetida, en absoluto lo es.
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