Elblogoferoz / C. Ruano.- Apenas lleva un mes abierto, pero el nuevo restaurante de la calle San Juan de La Laguna, Malela, ya está en boca de todos. Un local pequeñito, decorado con palets de madera y un exquisito cuidado por los detalles que hacen del comedor un espacio confortable para almorzar en compañía. Ahora que se habla de comer con los cinco sentidos, Malela se ha aplicado a ello: la vista se alegra con la decoración de los platos –y del restaurante-; el tacto y el olor nos sorprenden en las manzanas –de la huerta familiar- que adornan algunas cestas del local –si puede, pruébelas, merece la pena aunque sean, o precisamente por ello, de pequeño tamaño- y el oído no sufre las estridencias de un local abarrotado.
Sólo resta el gusto, que viene en platos y que contienen productos elaborados con recetas familiares que se guardan bajo secreto de confesión. No lo intente, nadie soltará prenda de los ingredientes que lleva el pan relleno, un entrante de vicio. De toma pan y moja. Una crema de puerros –es el único dato que facilitan, quizás porque es evidente- rellena hasta rebosar un pan redondo del que al final sólo queda la costra, más por vergüenza de rebañar que por otra cosa.
Esa cocina familiar tiene, además del pan relleno, dos platos tradicionales de Canarias: las papas rellenas y las arvejas. Y conviven con otras creaciones que no desmerecen y de los que los comensales dimos buena cuenta: solomillo con queso ahumado de La Palma con reducción de Rioja; solomillo de cerdo con salsa de mostaza, manzana confitada y papas rugby y un lomo de merluza acidulada con papitas arrugadas, un plato que sorprende por su sencillez y que sin embargo emociona al paladar.

Es imprescindible hacer un hueco –o juramentarse para quemar luego las calorías en caminatas de largo recorrido- para saborear los postres de Malela. El bombón gigante tiene una textura que refleja la tradición de un buen recetario familiar y que dista mucho de las ‘mouses’ de chocolate a las que estamos acostumbrados. Mal acostumbrados. En cualquier caso, si son varios los comensales, aparque aunque sólo sea por una vez, la preocupación por las curvas corporales y pidan un surtido de postres que incluya el boronoso de manzana y la tarta de chocolate con galleta.
Si a todo lo anterior unimos que una de las propietarias, María del Cristo de la Rosa, recibe y atiende a los comensales con pulcritud, ya tenemos todos los ingredientes del Malela dispuestos para disfrutar de una buena comida. Sólo resta elegir el fía y la hora…

Restaurante Malela
Calle San Juan, nº 66. La Laguna
Teléfono 822 103 460
Cierra los martes
Ya veo que como pusiste……
Habrá que hacer un esfuercito…