Europa Press.- El registro geológico contiene pistas de erupciones volcánicas masivas durante los 4.500 millones de años de vida de la Tierra, mucho más grandes que las erupciones del Monte Santa Helena o el Pinatubo. Sin embargo, a pesar de los temores de que puedan reproducirse en 2012, la NASA ha puntualizado que no hay evidencia de que una supererupción asi sea inminente.
¿Qué es un «supervolcán»?. Los geólogos han comenzado a utilizar esta denominación en los últimos años para referirse a erupciones volcánicas explosivas que expulsan alrededor de diez mil veces la cantidad de magma y cenizas que salieron del Monte Santa Helena, una de las erupciones más explosivas en los últimos años.
Es difícil comprender una erupción de ese ámbito, pero la superficie de la Tierra ha conservado claves distintivas de muchas supererupciones masivas. Capas de ceniza que ocupan grandes porciones de diversos continentes, o cráteres de 100 kilómetros de diámetro que colapsan por un punto y derraman toda la lava a la vez, sirven como recordatorios de supervolcanes pasados en Indonesia, Nueva Zelanda, los Estados Unidos y Chile.
La supererupción más reciente ocurrió en Nueva Zelanda hace unos 26.000 años
La erupción de estos supervolcanes prehistóricos ha afectado a grandes áreas. El flujo de magma del Monte Toba en Sumatra, que estalló hace 74.000 años en la que probablemente fue la mayor erupción registrada, expulsó la asombrosa cifra de 2.800 kilómetros cúbicos de magma y dejó una gruesa capa de ceniza sobre la totalidad de Asia del Sur. En comparación, la cantidad de magma expulsada por la erupción del monte Krakatoa en Indonesia en 1883, una de las mayores erupciones de la historia reciente, fue de aproximadamente 12 kilómetros cúbicos.
Los vulcanólogos siguen buscando respuestas a muchas preguntas sin respuesta sobre los supervolcanes. Por ejemplo, cómo se inician sus erupciones, por qué no emergen hasta que sus cámaras de magma alcanzan proporciones tan enormes, y cómo se pueden predecir.
Extremadamente raras. Pero hay una cosa en que todos los expertos están de acuerdo: las supererupciones son extremadamente raras y las probabilidades de que vaya a ocurrir una en el lapso de una vida humana en la actualidad es sumamente pequeña.
La supererupción más reciente ocurrió en Nueva Zelanda hace unos 26.000 años. La siguiente más reciente: la erupción del Monte Toba ocurrió hace 50.000 años antes. En total, los geólogos han identificado los restos de alrededor de 50 supererupciones, aunque los equipos están en el proceso de evaluación de otros casos. Parecen muchas, pero la media ronda 1,4 cada millón de años. No obstante, no se producen a intervalos regulares y alguna podría producirse antes,
Los científicos no tienen forma de predecir con una precisión perfecta si un supervolcán nacerá se producirá en un siglo determinado, década o año – y esto incluye el año 2012. Pero si vigilan de cerca las zonas de actividad volcánica en todo el mundo, y hasta ahora no hay absolutamente ninguna señal de una inminente supererupción en el corto plazo, explica la agencia espacial estadounidense en un comunicado.
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