El mayor logro de las feministas que militan en el Partido Socialista ha sido que haya siete mujeres más encabezando las listas electorales y que no repita en el senado un putero, como han calificado a Casimiro Curbelo tras el incidente protagonizado en un bar de copas de Madrid y que aún está por esclarecer. Un resultado un tanto exiguo, a mi juicio, después de más de un siglo de reivindicaciones, una Ley de Paridad y una ministra de Igualdad, cuyo mayor éxito fue hablar de los miembros y las miembras de no me acuerdo qué institución.
Por supuesto, maquillarán tan mermado logro con la estadística, que suele ser un instrumento interesante cuando se quiere falsear la realidad: se ha cumplido la norma, porque la representación masculina en las candidaturas supone el 51,66%, y las mujeres el 48,34%. Por supuesto, no dirán que las mujeres van de ‘cintura para abajo’ en la plancha electoral. Y además, el Congreso no es monocolor y los socialistas, según todos los sondeos hasta ahora, no va a ser el partido más votado, así que muchas mujeres –y bastantes hombres- se van a quedar sin escaño en Las Cortes.
Para los que duden de tal circunstancia, viene bien refrescar la memoria. En las últimas elecciones, con las mismas promesas de incrementar la participación de las mujeres en política y la Ley de Igualdad calentita aún en el horno legislativo, el resultado final fue que hubo ¡una diputada menos! El porcentaje de representación no llegó ni al 36% y me temo que tras el 20-N no va a mejorar la situación.
Ante este panorama, ¿creen ustedes que las mujeres del PSOE, incluida la ‘miembra’, han organizado un escándalo para que se aplique la famosa ley de la paridad? No. Cuando el candidato Rubalcaba halagó sus oídos con frases como “yo no quiero hacer política para las mujeres, quiero hacer política con las mujeres”;”no las quiero a nuestro lado, las quiero en nuestro sitio”, ¿de verdad se lo creyeron? Parece que sí. El escándalo se ha producido no por la enésima tomadura de pelo a la llamada cuota femenina, sino por las andanzas de Casimiro Curbelo, un ‘putero’ –al menos ese es el calificativo empleado por algunas compañeras de partido- que no era digno de formar parte de la lista electoral socialista. Curbelo, pese a sus explicaciones, y pese a que hay un juicio pendiente, ya ha sido juzgado, condenado, criticado y expulsado de las listas; ha retozado con mujeres, las ha insultado, se ha metido en un jacuzzi, en una sauna y además, ha bebido alcohol en exceso. No hay constancia de todos estos hechos –salvo la cogorza admitida-, pero todo el mundo los da por ciertos. Como si fuera el único que ha retozado con mujeres que no eran las suyas ni ajenas, el único que ha probado los placeres de una sauna, un jacuzzi o ha bebido en exceso alguna vez en su vida…
Dicho todo lo anterior, es patético que más de cien años después de que las mujeres iniciaran una batalla para obtener su derecho al sufragio no les importe elegir a un imputado –inocente, claro, hasta que se demuestre lo contrario, salvo Casimiro- y se escandalicen por votar a un hombre que frecuentó una sauna. O peor aún, que vuelvan a quedar relegadas en las listas electorales –en Canarias, sin ir más lejos- y no protesten. Es lo que yo llamo igualdad por cojones. O feminismo con alas. Es decir, de cintura para abajo.
Me niego a admitir que la gente que vive del PSOE y lo dirige sea socialista. Son una banda de la peor especie neoliberal (dicen que no lo son, pero sus actuaciones los delatan) que están usando esa plataforma para enriquecerse de forma poco ética (aunque esto a ellos les da lo mismo). Basta ya de hablar de PSOE, es mucho más exacto hablar de PPSOE. Los ciudadanos debemos votar a otras opciones para evitar que toda este «ganao» alcance el poder. El voto útil esta vez es para cualquier alternativa a PP, PSOE, Ciu, CC, PNV, BNG, etc.
Mi querido curro, con referencia al voto útil, Basta Ya de votar siglas en las urnas para los derechos ciudadanos. Basta con
tener el derecho de votar abstenerse con el voto de LA ABSTENCION PARTICIPATIVA;
Hoy la abstención es quedarse en casa, mientras que la ABSTENCION PARTICIPATIVA es ir a votar y poder abstenerte de no votar las opciones que nos presentan las siglas, de forma que este voto se cuenta como participación teniendose en cuenta que si vamos a votar y exponemos nuestros pensamientos de forma que se recoja cambiaría el concepto de la política actual dado que tendríamos los ciudadanos la capacidad de elegir políticas
y no de someternos a políticas.
Si miramos con atención como utilizan el voto de la abstención los señores diputados en las cortes nos daremos cuenta que una ABSTENCIÓN tiene tanto valor como un SI o un NO en una votación, la diferencia con respecto a la abstención del señor diputado y nosotros los cuidadanos es que no tenemos un voto que nos represente y por eso nos tenemos que quedar en casa.
Y mire usted Sr. Curro Jimenez, el único voto capaz de crear la democracia es el voto de al ABSTENCION PARTICIPATIVA
y NO existe en ningun lugar del mundo;
Preguntese usted ¿por qué?
Reciba un saludo.